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lunes, 21 de octubre de 2013

EL IDEALISMO ALEMAN: FILOSOFIA DE LA HISTORIA


El idealismo es la familia de teorías filosóficas que afirman la primicia de las ideas o incluso su existencia independiente. Un sinónimo es el inmaterialismo. Del idealismo existen dos variantes principales: el objetivo y el subjetivo.

El idealismo supone que los objetos no pueden tener existencia sin que haya una mente que esté consciente de ellos. Para poder conocer las cosas, se debe tomar en cuenta la conciencia, las ideas, el sujeto y el pensamiento. Platón, Berkeley y Kant son algunos de sus representantes.

La Corriente Idealista Alemana
Nace con Kant y culmina con Hegel. En gereral, la palabra idealismo se aplica a la doctrina filosófica que define la idea como principio del conocimiento y al mismo tiempo de la realidad: la realidad se reduce al pensamlento, a la idea.

El idealismo de Kant denominado idealismo crítico o transcendental es un idealismo relativo en cuanto que no excluye totalmente la existencia real del objeto, solamente priva de reali dad objetiva a las formas de conocimiento Kant define el idealismo trascendental como el que considera los fenómenos en su conjunto como simples representaciones.

Del idealismo kantiano surge una corriente de idealismo absoluto, representada principalmente por Fichte, Schelling y Hegel.

Con el idealismo absoluto, los objetos se reducen a pensamiento, lo que supone ya una negación total de la realidad objetiva.

Los tres idealismos postkantianos parten de una realidad suprema y absoluta, de la que se deriva apriorísticamente todo el resto. Para el idealismo voluntarista de Fichte, esta realidad es el Yo infinito, para el idealismo de la identidad de Schelling, la identidad absoluta y para el idealismo absoluto de Hegel, la idea.


FILOSOFIA DE LA HISTORIA

Atelier de Nicolas de Largillière, portrait de Voltaire, détail (musée Carnavalet) -002.jpg
Voltaire
El término “filosofía de la historia” parece haber sido utilizado por vez  primera, de modo deliberado y sistemático, por Voltaire, en diversos estudios y ensayos. En todo caso, Voltaire dió a la expresión su sentido moderno, distinto de la interpretación estrictamente teológica de la historia. Su filosofía consistía  en considerar la historia desde la perspectiva de la razón, con base a una actitud  crítica y escéptica en relación a los dogmas establecidos. Su intención era explicar el “espíritu de los tiempos y de las naciones”, y el progreso de la 
civilización en sus diversos aspectos, con un criterio “científico”. Su  contemporáneo David Hume, en sus reflexiones sobre la historia, concluyó por  su parte que no es posible desentrañar el significado último de los procesos  históricos y revelar su “plan”, contentándose con poner de manifiesto el  espectáculo de los eventos, sin pretender que los mismos responden a una determinada idea o propósito.

A diferencia de estos pensadores, los idealistas alemanes de los siglos XVIII y XIX, muy en particular Kant y Hegel, dieron forma a un tipo de reflexión  sobre la historia que penetra una dimensión más amplia, y que “quiere significar una interpretación sistemática de la Historia Universal, de acuerdo con un principio según el cual los acontecimientos históricos se unifican en su sucesión y se dirigen hacia un significado fundamental”. Se trata de un tipo de reflexión especulativa, que se distingue de la denominada “filosofía crítica” o “analítica” de 
la historia.

Algunos filósofos modernos han introducido un nuevo concepto, sosteniendo que la historia ha dejado de ser el estudio de unidades, de hechos, pasando a ser el estudio de una compleja totalidad, que comprende no sólo las acciones humanas pasadas y sus consecuencias visibles, sino que incluye un sinnúmero de factores en su contexto, como las relaciones humanas, las corrientes de pensamiento, las motivaciones particulares, y, tal vez el factor más recientemente incorporado y que más ha revolucionado este campo de la filosofía, es el de los pensamientos, acciones, relaciones y motivaciones de aquel individuo que escribe la historia, esto es, del historiador.

La filosofía de la historia nació en el siglo XVIII. Tradicionalmente se le atribuye a Voltaire que fue el primero en acuñar el término para una obra escrita por él en 1765 y que firmó como Abate Bazin. Sin embargo, el término fue utilizado unos siglos antes por Jean Bodin en Método para el conocimiento fácil de la historia, donde califica a Filón de Alejandría como a un philosophitoricus (filósofo de la historia). También se admite que Giambattista Vico fue el auténtico creador de la disciplina en su Principios de ciencia nueva.
Voltaire entendía por filosofía de la historia una disciplina crítica, por lo que trata de explicar los acontecimientos pasados por medio de principios razonables con el fin de que "la luz" de la razón elimine todo el fanatismo y las supersticiones irracionales que había en la historia.

En el siglo XIX, Hegel le dio un sentido más amplio a la filosofía de la historia y diferenciado a lo considerado por Voltaire. Él fue el primero en incorporar a la Universidad de Berlín esta disciplina. 
Para Hegel la filosofía de la historia hay que entenderla como una historia global o universal. El sentido de la disciplina de la historia sufrirá un cambio en la escuela positivista con Leopold von Ranke. Para él eran el gobierno de las leyes generales y universales que rigen el mundo y que deben ser relatados por la historia como una ciencia empírica.

La respuesta a por qué no surge antes del siglo XVIII esta disciplina, es debido a que los filósofos de otras épocas se han centrado en otras cuestiones, en la Antigua Grecia por la física, matemática, etc. En la Edad Media por la teología y más tarde en las ciencias naturales y finalmente los filósofos sintieron la necesidad de reflexionar sobre la historia en el siglo XVIII y que cuyo objeto era el pasado.

Para los griegos la historia es el conocimiento que se transmite mediante investigación, no por transmisión antiquísima, como el mito. Es investigación, indagación, interrogatorio de un testigo ocular, y el resultado de dicho interrogatorio.
Los romanos entendían la historia igual que los griegos, como demuestra Tácito, que utilizó el término historiae cuando hablaba de la época que el mismo había vivido y las que son anteriores a él, y no puede observar personalmente. Los llama Annales, por lo que no representaba la narración de hecho del pasado. En la época romana se empleraron annales y crónicas.

En sentido amplio, la filosofía de la historia se plantea también cuestiones de fundamentación de la propia materia, como por ejemplo el problema de la ‘verdad’ en la historia, la existencia (o no) de leyes o constantes históricas, el sentido del tiempo (cíclico o lineal) y el problema del progreso y sus límites. 

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